La Princesa Exiliada

por Moonlight Dreams Jue Ene 26, 2012 12:03 pm

Prólogo:

La noche iba acercándose con sigilo, mientras todos los guardias de palacio estaban combatiendo con toda su fuerza y valor, pero no era suficiente, estaban perdiendo la batalla. Pronto entrarían en el palacio y se llevarían a la joven princesa Destiny.
El capitán de la guardia, Dajboj, un hombre de larga melena trenzada y grandes músculos cubiertos por una armadura de acero, y de ojos azules más claros que el cielo mismo.
Se dirigió a las primeras filas de batalla. Estaba preparado para proteger a la pequeña bebé Destiny incluso con su vida si era menester, mandó a avisar a el rey Wottan.
El rey Wottan, era un hombre valiente y joven, tenía unos profundos ojos verdes llenos de sabiduría. Su cabello era corto por el cuello y de un negro azabache más brillante que la oscura noche que se erguía feroz ante ellos. Se despidió de su esposa Ran, que aún era un poco más joven que él y de una extrema belleza cautivadora. Poseía una larga melena rubia y rizada que le llegaba por debajo de las rodillas, y sus ojos eran de un color caramelo. Su esbelta figura cautivaba a todo hombre, era la mujer más bella del reino. Entonces el rey Wottan habló:
-Ran, ya sabes lo que tienes que hacer, debes proteger nuestro linaje o toda nuestra magia desaparecerá. Vienen a por el poder de Destiny. Por ello debes abrir un portal de tiempo y espacio para salvaros.
- ¡No! Wottan no quiero irme sin ti, te quiero y no puedo abandonarte así. - Dijo Ran.
- Pero la batalla es sangrienta y la derrota está a nuestro favor debo intervenir y luchar hasta la muerte, Svarogih pronto entrará en el palacio y matará a todo aquel que se cruce en su camino.- Dijo Wottan. -Y ahora márchate y no mires atrás.
La reina Ran corrió hacia sus aposentos. Abrió su habitación y cogió una cesta bañada en oro con el símbolo real, que eran dos espadas cruzadas que representaban la justicia en un fondo azul claro que representaba la tranquilidad del cielo.
Cogió a Destiny de la cuna, aún dormida y la dispuso con sumo cuidado en la cesta. Se dirigió al escritorio y con una pluma y un pergamino escribió una carta y se la metió en la túnica.
Salió con desesperación de su habitación y subió por las escaleras hasta la torre.
El fuerte viento le azotaba en la cara y le removía el cabello. Alzó sus manos al cielo y pronunció estás palabras:
-Barrera de tiempo y espacio, que estás escondida, ábrete para mí que te necesito, la reina Ran te lo pide.
Entonces unos rayos bajaron del cielo y golpearon la torre. La barrera comenzaba a abrirse, solo le quedaba cerrar el trato.
Cogió una daga que llevaba en su túnica y se la clavó en la palma de la mano. La sangre empezó a caer hacia el suelo, y un último rayo bajó para clavarse en el lugar donde había caído. La puerta del tiempo estaba abierta.
La reina exhausta, cogió la cesta del bebé y entró.

...
Apareció en un lugar extraño. Se veía demasiado iluminado y muy ruidoso. Pero en ese momento apareció lo que parecía un monstruo de acero. Se dirigió hacia la reina a una velocidad sorprendente, cerró los ojos como ademán para protegerse. Pero la bestia de acero frenó de golpe.
- Señora, ¿está loca? ¡Quítese de la carretera casi la atropello con mi mercedes nuevo, será ciega la tia.- exclamó un hombre sacando la cabeza por la ventanilla de ese raro aparato enorme de cuatro ruedas.
- Perdóneme amable señor, no era de mi menester entrometerme en su larga cruzada, lo lamento. -Dijo Ran. Y se fue a lo largo de la calle buscando un lugar para abandonar a su hija.
Vio una preciosa mansión enorme con altos ventanales. Pensó que ese era el mejor lugar para Destiny. Dejó la cesta en el suelo, Destiny la miró sonriente. Ran lloró. Dejó la carta encima de la cesta y golpeó la puerta. Después se marchó a toda velocidad, y marchó sin mirar atrás.